Miércoles 3 de diciembre. Tendremos Paz, Esa Paz
Texto bíblico: Miqueas 5:1-5a
“Ahora, reúne tus tropas, ciudad guerrera, porque nos asedian. Con vara golpearán en la mejilla al gobernante de Israel. 2 Pero tú, Belén Efrata, pequeña entre los clanes de Judá, de ti saldrá el que gobernará a Israel; sus orígenes son de un pasado distante, desde tiempos antiguos. 3 Por eso Dios los entregará al enemigo hasta que tenga su hijo la que va a ser madre y vuelva junto al pueblo de Israel el resto de sus hermanos. 4 Él se establecerá y los pastoreará con el poder del Señor, con la majestad del nombre del Señor su Dios. Vivirán seguros, porque él dominará hasta los confines de la tierra. 5 ¡Él será nuestra paz!”
Algunos pensamientos
Este pasaje de Miqueas es uno de los pasajes proféticos más conocidos del Antiguo Testamento: Israel la parte norte del territorio judío, se encontraba bajo un feroz ataque de los asirios. Aunque Israel fue aplastado por la derrota, Dios preservó a un remanente de Su pueblo. Ser golpeado con una vara en el rostro era un gesto enfático de mayor despecho (v. 1). La nación estaba siendo purificada. El profeta estaba proclamando que en un futuro vendría un gobernante de la pequeña aldea de Belén. La antigua ciudad de Belén se llamaba Efrata (Rut 4:11). También fue el lugar donde nació el rey David. La frase bíblica «sus orígenes son de un pasado distante, desde tiempos antiguos» sugiere que se trata de un rey inusual, que sería un gobernante divino-humano, el Anciano de Días.
A menudo, en la literatura profética hay un cumplimiento inmediato, que es realmente una especie de «sombra» de algo futuro. Luego se expresa el cumplimiento final de la profecía. A menudo, vivimos entre ambos, esperando que se complete la proclamación. Así, Zorobabel, descendiente del rey David, gobernó Israel a su regreso del cautiverio asirio, pero no hubo paz. Se necesitaba un rey más grande. Este rey sería la fuente de paz. ¡El único rey que trae paz es el Rey Jesús! Él es el Príncipe de Paz que vino a la tierra en cumplimiento de las palabras de Miqueas, y trajo otro mensaje profético del cielo mismo. Es en el Señor Jesús donde encontrarás tu paz, paz ahora y paz en la eternidad.
Oración
Oh Santo Niño de Belén, desciende a nosotros, te rogamos. Expulsa nuestro pecado y entra, nace en nosotros hoy. Escuchamos a los ángeles de Navidad, la gran buena nueva que anuncia. Oh, en a nosotros, mora con nosotros, nuestro Señor Emanuel. (Phillip Brooks)